Hasta inicios del mes de marzo se extenderá el taller en la unidad penal.
La esperanza de un futuro laboral es el que moviliza a un grupo de privadas y privados de libertad que participan en el taller de manipulación de alimentos escolar que se ejecuta en el Centro de Detención Preventiva (CDP) de Quillota y que se extenderá hasta el ocho de marzo.
Tanto mujeres como integrantes de la población del pabellón de diversidad sexual de la unidad penal asisten, de lunes a jueves, a las clases que comenzaron el primero de febrero y que, en su gran mayoría, tienen un componente práctico.
El jefe técnico del establecimiento penitenciario, Héctor Rivera, sostuvo que: “La intención nuestra es poder integrar a la comunidad LGTBIQ+ en las distintas instancias de intervención y, en este caso, en las instancias de formación y capacitación ocupacional. Nosotros podemos visualizar que se sienten más integrados en nuestros programas de intervención, por lo tanto, ha sido bastante satisfactorio, desde ese punto de vista, para ellos y para ellas”.
Jennifer Rojas es una de las alumnas del taller. La interna destacó lo positivo de este taller.
“Me parece muy bueno ya que soy primeriza, es primera vez que estoy privada de libertad, y ha sido un tremendo apoyo porque nos entregan un cartón que nos certifica y nos podamos desenvolver cuando ya seamos libres. Una gran oportunidad para no volver a delinquir. Me gustaría que se hicieran otros cursos”.
Por su parte la seremi de Justicia y DD.HH., Paula Gutiérrez Huenchuleo, afirmó que “El trabajo en reinserción social y de seguridad pública, desde el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos y en conjunto con Gendarmería, nos lleva a centrar nuestra atención en las capacitaciones, particularmente, para mujeres y diversidad sexual, como se está generando en este momento, respecto de la capacitación de manipulación de alimentos. El trabajo en reinserción social nos asegura que el día de mañana podamos alejar a esta persona que infringió la ley, en algún minuto, y que esa persona pueda decidir tener una vida distinta, que sea útil para su comunidad y para sí mismo y, con eso, empujar el trabajo de seguridad púbica en una seguridad integral”.
A este curso -perteneciente al programa de Transferencia al Sector Público, de Sence- se suman los que se están desarrollando en unidades del subsistema cerrado, abierto y postpenitenciario y que permitirán capacitar a más de un centenar de personas. De igual forma, 15 privados de libertad del Complejo Penitenciario de Valparaíso se encuentran participando en el curso de instalación eléctrica domiciliaria, el cual forma parte del programa +R.