Más de 10 murales ya se han pintado en diversos puntos de la comuna, iniciativa desarrollada por la agrupación DobleBrocha Crew y jóvenes de Calle Larga
Transmitir habilidades y conocimientos acerca de la disciplina del muralismo, a través de la confección de diversas obras que rescatan el patrimonio cultural y natural de nuestra comuna e incorporan elementos simbólicos, flora y fauna e imaginario del colectivo local, fue el objetivo de la segunda versión del Taller de Muralismo, iniciativa impulsada por la Municipalidad de Calle Larga a través de la Oficina de la Juventud y Senda Previene y que fue ejecutada por la agrupación DobreBrocha Crew.
A través de sesiones teóricas y prácticas, cerca de 10 jóvenes de la comuna aprendieron técnicas del muralismo, que finalizaron en la confección de cinco murales que se sumaron a los otros cinco ejecutados durante la primera versión del taller. Todos estos murales se encuentran distribuidos en diferentes sectores de la comuna.
“Estos murales han tenido un gran impacto en la comunidad. Agradecemos a todas las y los jóvenes de nuestra comuna que participaron en la creación de estos murales. Vamos a seguir generando este tipo de talleres porque sabemos del impacto que han tenido en nuestros jóvenes e invitamos a otros jóvenes a que se sumen a una tercera versión que próximamente se realizará”, sostuvo la alcaldesa Dina González.
Por su parte Felipe Cordero, integrante de la agrupación DobleBrocha y quien estuvo a cargo del taller de muralismo, destacó la realización del taller.
“Nos sentimos muy contentos como los chicos han ido subiendo su nivel, y han ido entendiendo lo que significa la actividad del muralismo, no sólo pintar una muralla, sino que también conectar con la comunidad, con sus relatos, con el imaginario, incluso con lo que sienten los dueños de la muralla, para así generar una obra. Partimos más tímidos pero el crecimiento ha sido exponencial tanto para los participantes como para la comunidad. La gente ha ido entendiendo de qué se trata este proyecto”, comentó Felipe Cordero.
Andrea Fuentes, de 17 años, fue una de las participantes de este taller.
“Esto lo busqué como una salida a todo lo que vino de la pandemia. Siempre me ha encantado la cultura y la historia y siento que pintar deja una huella y un legado, que debe servir para las futuras generaciones, es interesante dejar plasmada la historia misma de la comuna. Con estos talleres uno conoce más personas, convive con las personas que van transitando, la verdad es bastante enriquecedor”.
Opinión similar tuvo Francisco Ramírez Cisternas, otro de los jóvenes que participó en el taller.
“Con este taller he aprendido muchísimo sobre colores, mezclas y hemos tenido muy buenos resultados con los murales. Estamos entregando un mensaje a través del rescate de las cosas que han sido importantes para la comunidad, la historia, la astronomía, la agricultura, todo eso rescata la esencia de las y los vecinos de la comuna”.