Totalidad de la población penal femenina se encuentra inoculada.
Profesionales del área de la salud del Cesfam Cardenal Raúl Silva Henríquez llegaron hasta el Centro de Detención Preventiva (CDP) de Quillota para culminar el proceso de inoculación contra la Covid-19 de la población penal masculina.
En total fueron 157 los privados de libertad que recibieron la segunda dosis de la vacuna Pfizer durante el jueves y viernes de la semana pasada. De esta manera, todos los internos que accedieron a ser vacunados completaron el proceso. Por su parte la totalidad de la población penal femenina se encuentra inoculada.
El jefe de la unidad penal quillotana, comandante Víctor Muñoz, sostuvo que “en su momento se informó a toda la población penal que se colocaría la primera dosis, sin embargo, y dado que la vacunación es voluntaria, lamentablemente tuvimos un número elevado de internos que tomaron la decisión de no recibirla. Sin embargo, el día de hoy quienes sí accedieron recibieron su segunda dosis, lo que, sin duda, es una muy buena noticia, más aún si sumamos que todas las mujeres privadas de libertad ya habían recibido su segunda dosis en el mes de abril”.
Mariela Maluenda, encargada de salud del CDP, explicó que “entre marzo y los primeros días de mayo tuvimos brotes de Covid que afectaron a la población masculina, por lo que tuvimos que retrasar esta vacunación. Por eso ahora estamos terminando con el proceso de vacunación de la segunda dosis”.
Le encargada de salud detalló que esta nueva dosis la recibieron 157 reclusos y que para la primera inoculación se efectuaron dos operativos. En el primero de ellos participaron 130 internos, mientras que en el segundo lo hicieron poco más de 30.
Juan Arredondo (39), quien es uno de los vacunado, afirmó que tomó la decisión “por lo que está pasando, es una seguridad para nosotros. La primera vacuna me dolió un poquito el brazo y en la noche estuve unas dos o tres horas con fiebre, pero después ya se me quitó. Ellos (funcionarios de Gendarmería) se han portado bien con nosotros, siempre están atentos de lo que nos pasa. Ellos mismos nos exigen a nosotros sus mascarillas, sus guantes”.
En la actualidad en el establecimiento penitenciario de Quillota no se registran privados de libertad contagiados y si bien todos los internos que accedieron a la vacuna la obtuvieron, no se descarta realizar nuevos operativos de salud para dar una nueva posibilidad a quienes se negaron e inocular a nuevos privados de libertad.