Winry, Annie, Pimpollo, Puntito y Dolores, son algunas de las 70 cabritas que por estos días esperan a los
turistas y visitantes que llegan hasta la “Granja Caprigo”, en la comuna de Putaendo, para disfrutar de un tour y
recorrido por las impecables instalaciones que tiene la emprendedora y
usuaria INDAP, Marisol
Araos.
Además, se puede interactuar con estos animales que han sido criados con cariño
y dedicación lo que, según asegura Marisol, los hace ser dóciles, tranquilos y
muy cariñosos con los visitantes. El recorrido incluye una degustación de los
reconocidos productos de la empresa como el manjar de leche de cabra y los
exquisitos quesos frescos y con especias que se pueden adquirir en el mismo
lugar y una charla donde se habla sobre el respeto, trato y cuidado de estos
tiernos animales.
SEQUÍA Y ESTALLIDO SOCIAL
Todo lo anterior, en gran parte ha sido consecuencia de la sequía que
afecta a la zona y el estallido social en que se ha visto envuelto el país
desde el 18 de octubre pasado. Porque hasta antes de esa fecha, Marisol solo concentraba sus esfuerzos en el rubro de la ganadería
caprina, elaborando principalmente sus quesos artesanales y su destacado manjar
de leche de cabra, productos que llevaban la marca “Lácteos Caprigo” y que la habían llevado a ser reconocida nacionalmente por su
calidad y excelencia, los que incluso se venden en las Tiendas Mundo Rural que INDAP tiene en Santiago.
Sin embargo y a pesar de su éxito, la sequía empezó a golpear duramente a la
región y particularmente a Putaendo. Su negocio acusó recibo de la
crisis ambiental, en especial por el detrimento en la producción de forraje,
fundamental en la alimentación de sus cabritas. Conclusión: sequía más
estallido social, igual: sus congeladores y bodegas abarrotados de quesos de
cabra y otros de sus productos. Y de las ventas, mejor ni hablar.
TURISMO RURAL
“Se cerraron todos los locales en que distribuíamos en Santiago, las ventas se fueron a la punta del cerro. Fue terrible, yo estaba con angustia, y frente a la desesperación mi hija Alina me dijo que podíamos ver el tema del Turismo Rural. Había que reinventarse. Al final nos tiramos a la piscina y justo alcanzamos a formar parte de una ruta de una empresa dedicada al turismo en Putaendo”, explica la emprendedora.
Marisol cuenta que con los primeros buses con pasajeros de la tercera edad
que llegaron en octubre, noviembre y diciembre, pudieron descongestionar un
poco la mercadería, pero sobre todo le permitió descubrir un nuevo nicho de
mercado que la sorprendió gratamente y que le daba un nuevo sentido a su vida.
“A medida que avanzo con esto
me doy cuenta de que tengo mucho que aportar. Lo encuentro genial. Creo que puedo
entregar mis conocimientos e influir positivamente en las nuevas generaciones
con respecto al trato con los animales. Aquí los abuelitos, niños y jóvenes se
fascinan con el cariño de las cabritas que están acostumbradas a los humanos”.
Para el desarrollo de su empresa, esta emprendedora ha contado siempre
con el apoyo incondicional de su familia, que en esta nueva etapa han asumido
nuevos roles como el de su hija Alina, quien ha sido la gestora de este
nuevo desafío:
“Toda la familia trabaja en
esto, mi papá se preocupa de la comercialización y se dedica a las ventas desde
Santiago. Mi hermana Ariane mantiene el tema de las redes
sociales hace los videos, fotos y todo lo que sea diseño, yo me dedico a tratar
de generar asociatividad, y darle movimiento a este proyecto que se inició por
el tema del estallido social y la sequía”,
puntualiza Alina.
La idea, especifica, es poder entregar una experiencia como
empresa. “Abrir la
granja ha permitido mostrar lo que hacemos y los valores que promovemos como la
tenencia responsable de animales. Ya hemos recibido grupos de niños, abuelitos
de distintas comunas de Santiago, así como estudiantes
universitarios. Hemos ido abriendo esta oferta turística”.
Alina cuenta que están tan motivados con esta experiencia que quieren
incorporar a esta ruta la doma racional de los caballos, y talleres de
elaboración de quesos para niños y adultos. “Nos gustaría implementar el tema de
la doma racional. Mi mamá la aprendió hace muchos años. Ella siente tanta
pasión por los animales y esta propuesta es una nueva forma de ver a estos
seres vivos. Ojalá que el turismo nos diera para vivir y la producción sólo
para mantener el negocio”.
Uno de los incentivos que recibieron hace pocas semanas fue la
adjudicación de recursos de Sercotec a través de Arriba MiPyme lo que les permitirá mejorar la implementación de la “Granja Caprigo”.
Mientras tanto, poco a poco comienzan a reactivar su negocio en Santiago donde, a pesar de la baja en las ventas, continúan permanentemente
en la Red de
Tiendas Mundo Rural de INDAP ubicadas en el Centro Cultural La Moneda, y
estaciones Escuela
Militar y Pajaritos además de ventas en algunos negocios de Santiago y San Felipe.